lunes, 21 de junio de 2010

UN MESÍAS CON BAMBAS

Publicación original: Lunes 15 de febrero de 2010
Parece ser que un nuevo mesías ha venido a darnos fe de su próxima llegada, desde su propia prospección profética. Sí, propia, porque al contrario de lo que ha venido sucediendo a lo largo y ancho de la historia, en este caso, no han sido necesarios ni Isaías, ni Jeremías (con Baruch), ni Ezequiel, ni Daniel… ni los otros de orden menor para anunciar su advenimiento, él sólo se ha bastado y sobrado para anunciarse a sí mismo: ¿Progreso de los tiempos, que adelantan que es una barbaridad, o ahorro en tiempo de crisis?... Cualquiera sabe.
A
En su última manifestación del “Yo, Yo, Yo… adorad al Yo” –también llamado “Ego”-, entre hojas de palma y limonero, parece que se ha revelado como Él, el imprescindible, el camino, la vida… ¡la hostia!... y, al parecer (¡hosanna!), una legión –cortita, en su cortedad- de fieles en pos de lo que caiga, han decidido seguir los pasos de sus particulares pisadas, en pos de Gloria -que es la gloria- prometida por este mesías tan laico él –perdón, Él- como religioso.
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¡AleluyaaaaAAAA!!!: ¡Albricias y pan de Madagascar!!!!

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