jueves, 29 de julio de 2010

EL SAYO SAYÓN


Él, como la primavera, estaba llamado a proporcionarnos un aire fresco, un aire reparador; pero se quedó en pura apariencia, porque, como el Morenito de la Fe, que “quería ser torero pa’ comerse medio mundo, pa’ comerse el mundo entero”, a todo lo más que llegó es a darse un paseo, que no paseíllo, por alguna plaza, siempre gorra en mano.

Él que, como el Morenito de la Fe que “quería ser torero pa’ comerse medio mundo pa’ comerse el mundo entero”, hacía de su capa un sayo para, ocultarse en él y hacerle un sayo al más pintao, para solaz de cuatro gatos/as y un soldado raso: vamos, un sayo sayón.

Los bolos estivales… pues como a la mayoría de los de OT: ni para hacer cantar a un ciego… que sí, que quería ser como el Morenito de la Fe, que “quería ser torero pa’ comerse medio mundo pa’ comerse el mundo entero” y de llenos hasta las banderas… na’ de na’= nanay: que de cuadrilla para dar y vender… na’ de na’= nanay: cuatro gatos/as y un soldado raso, pero vocacional.

No sabemos qué pasará si se queda sin plaza: que ni por naturales, ni de pecho, ni verónica ni media, ni altos, normales o bajos, ni naturales ni cambiados ni ayudados… que para todo hace falta cuadrilla y bemoles, cuando no orchis.

Que a este paso: ¡banderillas negras!… Ya te digo.

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